jueves, febrero 2

Puedo escribir los versos más tristes esta noche. Escribir, por ejemplo, la noche está estrellada y tiritan azules los astros, a lo lejos. El viento de la noche gira en el cielo y canta. Puedo escribir los versos más tristes esta noche. Yo la quise, a veces ella también me quiso. En las noches como ésta, la tuve entre mis brazos, la besé tantas veces bajo el cielo infinito. Ella me quiso, a veces yo también la quería. Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos. Puedo escribir los versos más tristes esta noche. Pensar que no la tengo, sentir que la he perdido. Oír la noche inmensa, mas inmensa sin ella y el verso cae al alma como al pasto el rocío. ¿Que importa que mi amor no pudiera guardarla? La noche está estrellada, y ella no está conmigo. Eso es todo. A lo lejos, alguien canta, a lo lejos. Mi alma no se contenta con haberla perdido. Como para acercarla, mi mirada la busca, mi corazón la busca y ella no está conmigo. La misma noche que hace blanquear los mismos árboles. Nosotros los de entonces, ya no somos los mismos. Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise. Mi voz buscaba el viento para tocar su oído. De otro, será de otro, como antes de mis besos, su voz, su cuerpo, claro, sus ojos infinitos. Ya no la quiero es cierto, pero tal vez la quiero. Es tan corto el amor y tan largo el olvido. Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos, mi alma no se contenta con haberla perdido. Aunque este sea el último dolor que ella me causa, y estos sean los últimos versos que yo le escribo.
                  
Poema XX, Pablo Neruda.